Oz puede parecer un adolescente típico: despistado, despreocupado y con el único objetivo de pasarla bien. Pero muy a su pesar, es el heredero de la familia Vessalius, uno de los cuatro Ducados y se encuentra en la mansión de su tío Oscar, junto a su hermana Ada y su mejor amigo Gilbert, para llevar a cabo la tradicional ceremonia de transición a la adultez.

 

Durante su fiesta de 15, todo indica que va a ser una aburrida ceremonia más; pero antes de poder terminar su juramento de lealtad los invaden unos encapuchados que claman estar ahí para juzgar al heredero de la familia Vessalius por el pecado imperdonable que cometió, y condenarlo al Abyss, una prisión aterradora de la que es imposible escapar. Pero por suerte para Oz, o no tan suerte, aparece un gigantesco conejo negro que empuña una guadaña conocido como B-Rabbit y a su lado una chica llamada Alice, que viene a reclamarlo como su “sirviente”…

 

La autora, Jun Mochizuki, había publicado Pandora como un capítulo unitario que no la convenció del todo, pero tuvo muy buena acogida. Fue por eso que se puso manos a la obra para pulir y expandir ese mundo y nos trajo este shonen empapado en fantasía literaria llena de referencias, guiños y personajes de clásicos universales como “Alicia en el país de las maravillas” y “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” de Lewis Carroll, “El sabueso de los Baskerville” de Sir Arthur Conan Doyle, “La guerra de los espejos” de Frank Beddor, “El maravilloso Mago de Oz” de L.n Frank Baum, el cuento de Caperucita Roja, el mito de Pandora, entre tantas otras obras que los lectores más voraces irán identificando.